Cuando se trata de elegir un sistema de impermeabilización de cubiertas, los arquitectos y propietarios de edificios se enfrentan a muchas opciones, cada una con su propio conjunto de características. En cubiertas planas o de poca pendiente, dos membranas de impermeabilización monocapa muy populares son el EPDM y el TPO. Profundicemos en las características, usos, ventajas y desventajas de cada uno de estos materiales para la impermeabilización de cubiertas, para que puedas tomar decisiones con conocimiento de causa.
Las membranas de EPDM llevan décadas siendo un elemento básico en el sector de la impermeabilización de cubiertas. Introducidas en la década de 1960, están fabricadas con un material de caucho sintético: EPDM (monómero de etileno propileno dieno), conocido por su durabilidad y sus propiedades de resistencia a la intemperie. Gracias a su alto contenido en negro de humo, el EPDM posee una extraordinaria resistencia a la radiación UV. Además, presenta una excelente resistencia al envejecimiento por calor, al ozono y a otros factores medioambientales como el granizo.
El EPDM también es extremadamente elástico: puede estirarse hasta un 300 % en todas las direcciones y recuperar su forma inicial una vez liberadas las tensiones. Esta gran elasticidad le permite soportar todas las variaciones dimensionales sin que sus propiedades físicas se vean afectadas. También permite una instalación sencilla en cubiertas de formas y contornos irregulares, especialmente alrededor de los recubrimientos curvados y salientes. El EPDM se expande y contrae con las fluctuaciones de temperatura y los movimientos del edificio, garantizando una junta estanca y evitando grietas a largo plazo. Esto la convierte en una membrana de impermeabilización para cubiertas especialmente adecuada en un mundo en el que las condiciones meteorológicas son cada vez más extremas.
Otra de las ventajas más importantes de las membranas EPDM es su vida útil tan prolongada, que puede superar los 50 años*. También requieren un mantenimiento mínimo, lo que las convierte en una opción rentable. Las inspecciones rutinarias y las reparaciones oportunas pueden prolongar aún más la vida útil de la cubierta.
Las membranas de impermeabilización para cubiertas de poliolefina termoplástica (TPO, a veces llamado FPO) han ganado popularidad en los últimos años como alternativa moderna a los materiales de impermeabilización de cubiertas tradicionales. Existen varias marcas de membranas TPO en el mercado que difieren ampliamente en su formulación y diseño. Los principales fabricantes de Estados Unidos suelen incorporar refuerzos de poliéster insertados en la trama, mientras que los fabricantes europeos tienden a utilizar refuerzos de fibra de vidrio o de poliéster, tejidos o tendidos, o una combinación de ambos. En resumen, cada membrana de TPO tiene unas propiedades únicas como la soldabilidad, la resistencia mecánica (resistencia a la tracción, al desgarro y a la perforación) y rendimiento cuando se expone al envejecimiento por calor y a la radiación UV.
Las membranas TPO suelen presentarse en opciones reflectantes de color blanco o gris claro, que ayudan a reducir la absorción de calor y contribuyen a la eficiencia energética. Esto puede ayudar a reducir los costes de refrigeración en edificios con un aislamiento moderado o nulo situados en regiones cálidas.
Sin embargo, a la hora de seleccionar una membrana TPO, el rendimiento a largo plazo es un factor crítico. Los resultados de las pruebas de envejecimiento por calor y exposición a los rayos UV y el grosor sobre la armadura proporcionan una primera indicación del rendimiento. También resulta más seguro elegir un fabricante reconocido con una fórmula probada y un historial de prestaciones a largo plazo, sin necesidad de reformulación para solucionar deficiencias como las separaciones, la erosión del polímero o el deterioro rápido. Se calcula que un sistema de impermeabilización TPO de alta calidad tiene una vida útil de entre 20 y 30 años.
A la hora de buscar una vida sostenible y prácticas de construcción respetuosas con el medio ambiente, la atención se está dirigiendo hacia soluciones innovadoras de impermeabilización de cubiertas. Las cubiertas planas proporcionan un lienzo versátil y extenso que permite un uso eficiente del espacio, especialmente en entornos urbanos. Esta característica resulta especialmente beneficiosa para la incorporación de cubiertas solares, verdes y cubiertas para retención temporal de aguas pluviales.
Tanto las membranas para impermeabilización de cubiertas EPDM y TPO resultan adecuadas para este tipo de aplicaciones. Ambas son robustas pero ligeras, tienen una gran durabilidad y necesitan muy poco mantenimiento. Hay que comprobar, no obstante, que la membrana elegida haya obtenido buenos resultados en las pruebas pertinentes de penetración de raíces y envejecimiento por calor.
Aunque tanto los sistema de impermeabilización EPDM como TPO son relativamente fáciles de instalar, una correcta instalación requiere profesionales cualificados para garantizar la obtención de una unión estanca. Una mala instalación puede provocar problemas tales como la separación de las juntas y fugas.
Las membranas EPDM y TPO pueden fijarse en posición con diferentes métodos, en función de los requisitos del proyecto. Pueden adherirse totalmente a la plataforma de la cubierta mediante adhesivos de soporte, anclarse mecánicamente mediante placas y elementos de fijación, o lastrarse con grava o baldosas de hormigón. En los sistemas de cubiertas de EPDM, las uniones entre membranas contiguas se realizan con cintas autoadhesivas, mientras que en los sistemas de TPO, las membranas son termosoldadas. La aplicación no utiliza en absoluto llamas vivas, lo que se traduce en unas condiciones de trabajo más seguras.
Ambas membranas son también muy versátiles en su aplicación. Están disponibles en diferentes grosores y anchuras, por lo que se puede optimizar la cantidad de uniones. Pueden utilizarse en proyectos de impermeabilización de cubiertas comerciales, industriales y residenciales, tanto en construcciones nuevas como en la rehabilitación de cubiertas ya existentes. Pueden instalarse sobre el sistema de impermeabilización de cubiertas existente, lo que elimina la necesidad de arrancarlo previemente, reduciendo considerablemente los residuos de la construcción.
En el debate entre las membranas de impermeabilización de cubiertas EPDM frente a TPO, los arquitectos y los propietarios de edificios deben sopesar cuidadosamente las necesidades específicas del proyecto frente a los puntos fuertes y débiles de cada material. La larga reputación de durabilidad y flexibilidad del EPDM lo convierten en una elección sólida, mientras que las propiedades de eficiencia energética del TPO en climas cálidos y su facilidad de instalación atraen a quienes buscan soluciones modernas.
En última instancia, la decisión entre EPDM y TPO dependerá de factores como los requisitos del proyecto, la vida útil del edificio, las consideraciones medioambientales, la ubicación geográfica del edificio, los códigos y normativas locales y las limitaciones presupuestarias, por nombrar solo algunos.
Si se comprenden las características distintivas del EPDM y el TPO, los arquitectos y propietarios de edificios pueden tomar decisiones informadas que se ajusten a los objetivos y especificaciones de sus proyectos. La estrecha colaboración con los profesionales de la impermeabilización de cubiertas también es clave para garantizar una instalación adecuada y un mantenimiento continuo que prolongue longevidad y el rendimiento del sistema elegido.