El inicio del otoño es un momento ideal para realizar inspecciones en las cubiertas y abordar cualquier posible reparación antes de que llegue el duro invierno. El clima en otoño suele ser más templado, por lo que trabajar en la cubierta resulta más seguro y cómodo.
No esperes a que el agua comience a filtrarse al interior. La palabra clave en todo momento es «prevención», por lo que siempre recomendamos abordar las reparaciones necesarias de inmediato. La identificación de problemas potenciales a tiempo, antes de que se conviertan en problemas mayores, ampliará la vida útil de la cubierta y te ahorrará muchos dolores de cabeza.
Estos son algunos consejos que debes tener en cuenta al realizar una inspección de cubierta en otoño:
Antes de subir por esa escalera y llegar a la cubierta, asegúrate de tener las herramientas adecuadas y de usar el equipamiento de protección personal apropiado.
A menos que la cubierta haya sido diseñada específicamente para ello (por ejemplo, con la integración de un panel de revestimiento en el sistema), el tráfico excesivo sobre la cubierta eventualmente provocará daños. Limita el acceso a la cubierta, usa paneles de protección temporales o considera instalar pasarelas de protección (como las Elevate WalkWay Pads) en las áreas con tráfico frecuente.
Aunque las cubiertas verdes extensivas requieren un mantenimiento mínimo, se recomienda eliminar las plantas no deseadas al menos dos veces al año. Las aves o el viento pueden traer semillas de plantas con rizomas agresivos que pueden crecer en la cubierta y provocar daños a largo plazo.
El verano a menudo trae tormentas y lluvias intensas que pueden causar la aparición de agua estancada. La exposición prolongada al agua puede degradar todo el sistema de impermeabilización de cubiertas con el tiempo, lo que provoca filtraciones. Revisa si los drenajes están bloqueados y elimina los escombros que puedan impedir el drenaje adecuado del agua. Si el agua estancada es un problema recurrente, considera ofrecer distintas opciones al propietario para mejorar el drenaje, como por ejemplo agregar o mejorar drenajes, reforzar detalles o corregir la inclinación de la cubierta.
Inspecciona toda la superficie de la membrana de impermeabilización en busca de signos de desgarros, perforaciones o grietas. Examina también las juntas y los bordes para asegurarte de que estén lo suficientemente asegurados. Revisa alrededor de todas los salientes de la cubierta, tales como las unidades de aire acondicionado, tuberías y lucernarios. Asegúrate de que la membrana esté bien sellada alrededor de estas áreas.
La identificación de problemas potenciales y el abordaje de cualquier reparación antes de que llegue el clima invernal evitará que pequeños problemas se conviertan en grandes inconvenientes cuando se expongan a la nieve, el hielo y las temperaturas bajo cero. Asegurarse que la cubierta esté en buenas condiciones y debidamente aislada contribuirá a prevenir represas de hielo y filtraciones, que son problemas comunes en invierno que pueden provocar daños significativos.