Un sistema de cubierta plana o con pendiente baja consta de varios componentes que deben trabajar juntos de forma eficaz y al unísono para ofrecer una solución sostenible a largo plazo. Aunque la membrana de impermeabilización suele ser la capa superior y, por tanto, la más visible, lo que hay debajo de ella tiene un impacto significativo en el rendimiento general de la cubierta. Elegir los materiales adecuados y más sostenibles (y garantizar su correcta instalación) es lo que hace que una cubierta resista el paso del tiempo y esté preparada para los retos del futuro.
«Un techo sobre la cabeza» es la primera línea de protección contra los elementos. Desde las cubiertas más sencillas hasta las más sofisticadas, todas comparten el mismo propósito, que es proporcionar protección estanca. En los últimos años, sin embargo, ha habido una clara tendencia a ir más allá de esta función básica: una cubierta no solo debe resultar fácil de instalar, mantener y reparar, sino que también debe ser eficiente desde el punto de vista energético, con un impacto global positivo en el medioambiente. Esta idea se ve a menudo reforzada por las prácticas de construcción sostenible. Al representar una parte considerable del cerramiento del edificio, las cubiertas afectan de forma importante al flujo de energía entrante y saliente del mismo. Por eso es tan importante estratificar el conjunto de la cubierta según sus funciones específicas. Echemos un vistazo por debajo de la membrana de impermeabilización para descubrir diferentes posibilidades.
¿Su proyecto consiste en una cubierta nueva o en una ya existente que necesita renovación? ¿De qué material está hecha la plataforma de la cubierta? ¿Cuánto peso puede soportar la estructura de la cubierta? ¿La cubierta es accesible o no? ¿Cómo es el clima local? ¿Cuál es la normativa local? ¿La cubierta va a necesitar soportar un sistema de cubierta verde o una instalación fotovoltaica? ¿Quiere gestionar mejor el agua de lluvia o recogerla? Éstas son solo algunas de las cuestiones que deben abordarse adecuadamente en la fase de diseño para elegir el sistema de impermeabilización más adecuado.
Las membranas de impermeabilización para cubiertas de Elevate ofrecen diversas opciones de instalación para ajustarse mejor a los requisitos específicos de cada proyecto. Se instalan en una sola capa y sin utilizar llamas, y se fijan en posición mediante adhesivos de contacto (sistema totalmente adherido), placas/barras y elementos de fijación (sistema con anclaje mecánico) o simplemente una capa de lastre tales como grava lavada de río o adoquines (sistema lastrado).
El aislamiento desempeña un papel muy importante en la construcción sostenible. Es la forma más práctica y rentable de construir edificios más eficientes energéticamente hablando, manteniéndolos más frescos en verano y más cálidos en invierno, reduciendo los costes de calefacción y refrigeración. Un aislamiento térmico adecuado es también una de las claves de los edificios pasivos, un concepto de construcción orientado a minimizar la huella ecológica global del edificio.
Cuando se trata de cubiertas planas , el concepto de «cubierta cálida» es el más común. Esto significa que la capa de aislamiento se coloca por encima de la plataforma de la cubierta y por debajo de la membrana de impermeabilización. En Europa, los tipos de aislamiento para cubiertas planas más utilizados son el poliisocianurato (PIR), el poliuretano (PU), la lana mineral, el poliestireno expandido (EPS) y el poliestireno extruido (XPS).
Las membranas de impermeabilización para cubiertas de Elevate, tales como RubberGard EPDM y UltraPly TPO, pueden utilizarse, en principio, con todos estos tipos de aislamiento utilizando diferentes métodos de instalación de la membrana. Además, las membranas de impermeabilización para cubiertas de Elevate pueden adherirse directamente sobre los paneles PIR, algo que no es posible sobre los aislamientos estándar de lana mineral, XPS o EPS.
Los paneles de aislamiento rígidos de PIR son también los más eficientes en términos de rendimiento térmico en relación con el grosor. Esto significa que un panel PIR delgado y liviano puede alcanzar un valor de aislamiento equivalente al de otros productos aislantes más gruesos y pesados.
Las placas de revestimiento son planchas semirrígidas y relativamente delgadas que se suelen utilizar entre la capa de aislamiento y la membrana de impermeabilización con el objeto de proporcionar una mayor protección contra impactos, separación y soporte. Están disponibles en una amplia variedad de materiales, tales como PIR, yeso, cemento, madera, etc.
Incluir una placa de revestimiento en el sistema de impermeabilización mejora el rendimiento de todo el sistema y contribuye a su durabilidad. Aunque todavía no son muy comunes en Europa, las placas de revestimiento son particularmente útiles cuando la cubierta tiene funciones adicionales, sirve para aislar en condiciones meteorológicas extremas (como granizo o fuertes nevadas) o está expuesta a un tránsito frecuente (por ejemplo, durante los trabajos de instalación o mantenimiento). En principio esto puede dañar la capa aislante, con la consiguiente reducción del rendimiento térmico, lo que a su vez provocaría un aumento de los costes energéticos. Desde el punto de vista de los costes del ciclo de vida, proteger la capa de aislamiento con placas de revestimiento es una opción inteligente.
Las placas de revestimiento ISOGARD HD de Elevate pueden utilizarse en todo tipo de cubiertas, tanto en construcción nueva como en proyectos de rehabilitación. En las renovaciones, pueden colocarse sobre el sistema de impermeabilización de cubiertas ya existente, proporcionando un sustrato adecuado para la instalación de una nueva membrana de impermeabilización.
Combinadas con un aislamiento de calidad, las placas de revestimiento ISOGARD HD también ofrecen otros beneficios: incrementan la protección contra la humedad, mejoran la acústica y pueden ayudar a obtener una mayor resistencia al levantamiento por viento y una mayor resistencia contra los incendios.
Una capa (o barrera) de vapor es una fina película o lámina que sirve principalmente para controlar la migración de la humedad a través del conjunto de la cubierta. Elimina el riesgo de acumulación de humedad por condensación en el interior de los edificios, lo que puede provocar la aparición de moho, humedad y podredumbre. Una barrera de vapor debidamente instalada contribuye además a la estanqueidad de la cubierta y ayuda a controlar las pérdidas de energía, lo que garantiza el rendimiento térmico del aislamiento.
Las membranas de control de vapor V-Gard de Elevate suelen colocarse directamente sobre la plataforma de la cubierta y por debajo de la capa de aislamiento. El uso y el tipo de capa de control de vapor dependen de las condiciones climáticas y de la función del edificio. Las más utilizadas en los conjuntos de cubiertas planas y de poca pendiente están fabricadas de película de polietileno (PE), láminas de aluminio o con base bituminosa.
Otros componentes como productos de imprimación, adhesivos, plaquetas, elementos de fijación, etc., también desempeñan un papel importante en el rendimiento global del sistema de impermeabilización de cubiertas. Su función principal es asegurar la membrana de impermeabilización para cubiertas en posición, por lo que están intrínsecamente unidas. Si fallan, todo el sistema de impermeabilización de cubiertas fallará.
A fin de cuentas, la clave del éxito de un sistema de impermeabilización de cubiertas es elegir los productos adecuados que no solo sean compatibles, sino que también garanticen su rendimiento a largo plazo. Esto significa que cada capa que se utiliza bajo la membrana de impermeabilización es importante, contribuyendo en conjunto al objetivo general y a la función del proyecto de construcción.
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