La creación de edificios eficientes desde el punto de vista energético ocupa hoy un lugar destacado en la agenda de la construcción. No solo se hace hincapié en la aplicación de prácticas de arquitectura sostenible destinadas a reducir la cantidad de energía que los edificios necesitan para funcionar, sino que también se explora la generación de energía en los propios edificios. Las instalaciones solares o fotovoltaicas (FV) han ido ganando popularidad en las últimas décadas como fuentes de energía renovables para edificios comerciales e industriales, pero también para oficinas y viviendas.
Las cubiertas planas ofrecen un soporte ideal para las instalaciones fotovoltaicas: permiten un acceso más fácil que las cubiertas inclinadas para la instalación y el mantenimiento eventual del sistema fotovoltaico y los paneles solares pueden inclinarse hacia el ángulo más conveniente para captar la cantidad óptima de energía solar y maximizar los resultados.
En las cubiertas planas o con poca pendiente pueden utilizarse tres tipos principales de sistemas fotovoltaicos:
Un sistema de cubierta solar plana suele constar de una estructura resistente (o plataforma de la cubierta), seguida de una membrana de barrera de vapor, una capa aislante y, por último, una membrana de impermeabilización sobre la que se monta el sistema solar.
Independientemente del tipo de instalación solar elegido, el sistema de la cubierta en su conjunto debe tenerse en cuenta durante la fase de diseño para conseguir un sistema fotovoltaico duradero. Si falla una capa, todo el sistema falla. Si fuera necesario reparar la cubierta, habría que desmontar la instalación fotovoltaica y volver a montarla después, lo que generaría unos costes financieros y medioambientales considerables. Por ello, elegir los componentes adecuados es esencial para evitar daños y garantizar una solución robusta de alto rendimiento a largo plazo.
Las inversiones en cubiertas solares normalmente se basan en una proyección financiera de un mínimo de 20 o 25 años, por lo que la vida útil del sistema de impermeabilización debe durar al menos este tiempo para maximizar la rentabilidad. Además de cumplir con su función de aislamiento e impermeabilización, el sistema de impermeabilización de cubiertas debe resistir el mayor tránsito que se producirá durante la instalación y mantenimiento, además del peso permanente de los soportes de montaje y de los propios paneles solares.
Las membranas de impermeabilización de cubiertas RubberGard EPDM, RubberCover EPDM y UltraPly TPO ofrecen excelentes características de resistencia frente a la intemperie, resistencia mecánica y una notable durabilidad, además son capaces de soportar temperaturas muy altas y muy bajas. Además, se puede utilizar una gran variedad de accesorios de Elevate para abordar los detalles más complejos ligados a la instalación de paneles fotovoltaicos.
Los paneles de aislamiento de poliisocianurato PIR de Elevate y las placas de revestimiento de alta densidad forman una combinación perfecta con las cubiertas sostenibles bajo cualquier sistema de impermeabilización de cubiertas de Elevate. Se garantiza la plena compatibilidad del sistema con un diseño según los altos estándares que se exigen hoy en día.
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